El HTTPS permite al visitante verificar la identidad del sitio web al que accede, gracias a un certificado de autenticación emitido por una autoridad tercera, reputada como fiable (y que generalmente forma parte de la lista blanca de los navegadores de Internet).
Teóricamente, garantiza la confidencialidad e integridad de los datos enviados por el usuario (especialmente la información introducida en los formularios) y recibidos del servidor.
Puede utilizarse para validar la identidad del visitante, si éste también utiliza un certificado de autenticación de cliente.